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Mostrando entradas de enero, 2014

Construye un Altar

“Y el ángelde Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar aJehová en la era de Ornán jebuseo”  (1ª Crónicas 21:18 RVR60) Una plaga azotó a Israel y el ángel del Señor le dijo a David que construyera un altar. No le dijo que construyera un hospital o una clínica, no le dijo que organizara los funerales de los que habían fallecido, no le instruyó para estableciera un sistema de vigilancia epidemiológica o que estableciese un Centro Nacional de Emergencias. Le encomendó una sencilla tarea, levantar un altar. Por lo general "adorar" no es la primera cosa que se nos viene a la mente en cada situación de la vida, y mucho menos, cuando lo que nos pasa no es agradable. ¿A quien se le ocurriría que adorar a Dios es la mejor respuesta inmediata a una situación desesperante, dramática o espantosa como una catástrofe nacional? Sin embargo esa fue la instrucción del ángel al rey David, "Construye un altar". Muchas veces

Dios nos da fuerzas

18»Una vez más, el de aspecto humano me tocó y me infundió fuerzas, 19al tiempo que me decía: “¡La paz sea contigo, hombre altamente estimado! ¡Cobra ánimo, no tengas miedo!” »Mientras élme hablaba, yo fui recobrando el ánimo y le dije: “Ya que me has reanimado,¡háblame, Señor!” Hay dos maneras como Dios le infunde fuerza o fortaleza a Daniel según este pasaje. Pero en primer lugar hay que destacar que cuando Dios se presenta delante de Daniel, Daniel pierde su fortaleza (fuerza) según el vrs. 16-17. ¿Porqué? Porqué la carne débil del hombre no puede estar delante de la majestad de Dios, su santidad y su poder. Esto lo hemos visto también en otras ocasiones en la Biblia, como con Isaías, con el apóstol Juan, con Saulo de Tarso, etc. Cuando el hombre está frente a frente con Dios, el ser humano desfallece. Es allí, cuando reconocemos nuestra debilidad, donde nos hacemos recipientes preparados para la obra de Dios en nuestra vida. No se puede llenar un vaso lleno,