El Ayuno Es uno de los tres ejercicios espirituales que observamos en el sermón del monte (Mateo 5, 6 y 7). El ayuno conlleva el enfoque de experimentar más de Dios y de su amor, llegar a conocerle más, y alinearme con sus propósitos para mi vida. I. Consejos Prácticos para obtener los mayores beneficios del Ayuno Beneficios Espirituales. El ayuno me ayuda a poner a Dios en primer lugar en mi vida (Marcos 12:13; Juan 4) Es una gracia para roper con la dependencia de cosas secundarias y estimulantes. El ayuno aumenta mi capacidad de Dios (Efesios 3:16-19) El poder, el amor y la revelación de Dios me transforman, ayunar es dar oportunidad a que esto suceda. El ayuno me conecta con Dios y sus realidades (Mateo 6:8) Ayunamos con el propósito de interactuar con el mismo Dios. El ayuno me provoca más hambre de Dios (Salmos 27:4; 63:1-3; Juan 6:32-35) El hambre física me sensibiliza a lo espiritual, abro una puerta a recompensas superiores en Dios. Beneficios Natur