Estar en un pozo no es agradable. Probablemente estaba oscuro, José no puede ver lo que sucede fuera de la cisterna. No puede hacer nada al respecto, está limitado por las circunstancias, diciéndolo de otra manera. En sus manos no está el control de su propia vida. También me acuerdo de Jeremías, que de igual manera fue arrojado en una cisterna (Jeremías 38 RVC) , y ¿Qué decir de Pablo y Silas con los pies atados en el cepo? (Hechos 16:16-40 NVI) . Quizás te has mirado así. Otros toman decisiones por ti o que te afectan directamente a ti, sin que puedas hacer nada al respecto. ¿Te suena a injusticia? Quizás. Yo puedo pensar en una persona que se encontró así, además de José, Jeremías, Pablo y Silas; hubo otro hombre que estuvo a merced de sus captores. Hablo de Jesucristo. La diferencia entre José y Jesús, es que Jesús se entregó voluntariamente porque esa era la voluntad de Dios. Esto lleva a Jesús a una condición diferente. Él no fue victima de las circunstancias, lo que aquí...