Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2020

¿Quien será el responsable del cambio? Parte 2

Algunas de las razones para no cambiar es el temor a lo desconocido, pero también es la falta de una capacidad para poder imaginar o visualizarte cómodo y feliz en la nueva realidad. El matrimonio es uno de los más grandes cambios que uno experimenta en la vida, pero el soñar en lo que será y la ilusión de lo que vendrá ayudan a visualizarlo y aún a desearlo.    Tu puedes adaptarte al cambio si miras con entusiasmo y ánimo a lo nuevo que vendrá, pero si lo imaginas como algo negativo, difícil e incierto, el cambio será mas trabajoso para ti.   Por otro lado, todo cambio demanda un costo. El precio que se paga al cambio se puede traducir como “sacrificio”. No hablo de presentar un holocausto o sacrificar una gallina. Hablo de renunciar a cosas y soltar una cosa para poder abrazar algo nuevo.    Es difícil renunciar a ciertas cosas, porque estamos cómodos con ellas, acostumbrados, encariñados, tanto que dejar ciertas cosas atrás es como atravesar por un duelo. Nos cuesta trabajo, no porq

¿Quién será el responsable del cambio? Parte 1

Hace unos días escribí en mi Blog, ¿De verdad es posible el cambio? , pensando en estos días donde se habla de una #NuevaNormalidad y los ajustes que tenemos que hacer al respecto. Aunque podríamos decir que es una tarea difícil, por supuesto que es posible. Pero hoy quiero continuar la conversación con otra pregunta: ¿Quién será el responsable de ese cambio? Me viene esto a la cabeza porque hace algunos días leía sobre las personas que han mostrado la capacidad de hacer cambios radicales en su vida y adaptarse a lo nuevo; llámese nuevo trabajo, matrimonio, nueva escuela o lo que sea que demande de nosotros flexibilidad y adaptabilidad.  Aquí hay algunas cosas que son indispensables para lograr el cambio.  1.       ¿Deseas hacerlo?  2.       ¿Puedes visualizarte viviendo el resultado del mismo? 3.       ¿Estas dispuesto a pagar el precio?  4.       ¿Estás dispuesto a comprometerte con el a largo plazo? Todos podemos cambiar, pero no cualquiera se compromete al cambio y lo lleva a cabo.

El Martillo

Ya había leído ese pasaje en el libro del profeta Jeremías donde Dios dice que su palabra es como fuego y como martillo. «¿No es Mi palabra como fuego», declara el Señor, «y como martillo que despedaza la roca?».   (Jeremías 23:29 NBLA) Pero hasta hace relativamente poco asimilé que el martillo también es una de esas herramientas que golpean con fuerza y moldean. En Santa Clara del Cobre hacen unos cazos de cobre gigantescos, estos son famosos porque en ellos se cocinan las memorables carnitas estilo Michoacán. Pero esos cazos comienzan como una pequeña y gruesa placa plana de cobre y por medio de los golpes del martillo el metal se vuelve dúctil, maleable, poco a poco se va estirando y se le va dando la forma deseada. Creo que en ocasiones así funciona el “martillo” de la Palabra de Dios sobre mi. Me golpea y con esos golpes me va moldeando. Pero no solamente Dios usa esa herramienta para conformarme a su imagen. Porque la Biblia dice que:  “Y sabemos que para los que a