Las tres decisiones del rey Ezequías

En las siguientes tres historias de la vida del rey Ezequías podemos encontrar tres importantes decisiones, tal vez en las que serían las tres áreas más importantes de la vida de todo hombre (mujer)


I. Primera Historia.

Después de lo que Ezequías había hecho purificando el templo.

Dice la Biblia 2º Crónicas 32:1 “Después de semejante muestra de fidelidad por parte de Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, marchó contra Judá y sitió las ciudades fortificadas, dispuesto a conquistarlas.” Uno esperaría leer, vivió feliz para siempre o algo así ¿no? la Biblia dice: “Senaquerib… marchó contra Judá”

Es decir, después de haber hecho lo correcto, después de haber hecho las cosas bien, tal vez uno esperaría que viniera una especie de recompensa, premio o galardón, es decir –Por cuanto hizo esto, recibió esto otro-

Por eso me gusta la Biblia, porque no es un cuento, refleja la vida de hombres como nosotros y mujeres reales, con problemas, dificultades, etc. Esto no es Hollywood, es la vida real y los finales de telenovela están en las telenovelas.

Así que Ezequías hace lo correcto y ahora enfrenta una amenaza. Pero la Biblia dice algo sorprendente, Ezequías no se agüitó, no se amargó, ni se quejó. Yo leí este pasaje y no dice: “Entonces Ezequías oro a Dios y le dijo: esto es injusto, esto no se vale Dios, después de todo lo que he hecho por ti…” No, no hizo nada de esto, por el contrario, dice la escritura que se preparó para la guerra. Vrs. 5 “Armándose de valor…” ¡Como me gusta esta historia!

El rey hizo varias cosas:
1. Sepultó los manantiales fuera de la ciudad.
2. Fortificó la ciudad.
3. Organizó a su ejército.
4. Construyó un acueducto subterráneo.

Pero también habló al pueblo Vrs. 7 “Cobren ánimo y ármense de valor…”

El resto de la historia lo puedes encontrar en el libro del profeta Isaías en los capítulos 36 y 37

Mira su oración en Isaías 37:16-20
«Señor Todopoderoso, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: sólo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra. Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente. »Es verdad, Señor, que los reyes asirios han asolado todas estas naciones y sus tierras. Han arrojado al fuego sus dioses, y los han destruido, porque no eran dioses sino sólo madera y piedra, obra de manos humanas. Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú, Señor, eres Dios.»

¡Qué increíble oración, que seguridad tenía Ezequías en Dios! Y mira que el imperio Asirio había acabado con todos los reinos alrededor de Judá, cumpliéndose lo que había dicho el profeta Isaías, que Jerusalén quedaría como cabaña en medio de un melonar.

Pero con una oración como esta, Dios se arremangó las mangas de su túnica y mientras Ezequías estaba orando en el templo, Dios ya estaba mandando la respuesta al profeta Isaías.

Y además de darle una tremenda promesa de salvación, Dios le dice al rey: “ni una sola flecha volará por encima del muro”. Esa noche, antes del combate, el ejército asirio es diezmado, mueren 185,000 mil hombres y el resultado es una gran liberación.


II. Segunda Historia.

Cuando terminé de leer esta historia, dije, bueno, esto ya pasó, ahora sí, las cosas ya van a ir mejor, pero no. Esto no es miel sobre hojuelas, no es una historia de Disney.

Sabes lo que la Biblia dice. Vrs. 24 “En aquellos días Ezequías enfermó de muerte…”

Que tremendo, acaba de ser librado del ejército más poderoso de la época, de una destrucción segura y ¿Qué es lo que le viene? Un terrible diagnóstico.

Ahora mira la visita pastoral del profeta Isaías. Isaías 38:1 “Por aquellos días Ezequías se enfermó gravemente y estuvo a punto de morir. El profeta Isaías hijo de Amoz fue a verlo y le dijo: «Así dice el Señor: "Pon tu casa en orden, porque vas a morir; no te recuperarás."»

¿A quién le gustaría una visita pastoral como esta? ¡Qué bárbaro! ¿Cómo habrá reaccionado Ezequías?

Ahora, fíjate lo que hizo el rey: Vrs. 2, 3 Ezequías volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor: «Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un *corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada.» Y Ezequías lloró amargamente.

Yo creo que no hay nada de vergonzoso en el quebranto, es decir; todos tenemos luchas, y muchas de ellas las enfrentamos con valor; como Ezequías, nos armamos de valor, oramos, nos agarramos de Dios, confiamos, nos esforzamos y vemos la respuesta de Dios.

Pero hay otras luchas que son caracterizadas por el derramamiento de lágrimas. En algunas de nuestras luchas las fuerzas se nos van, sentimos que nos abandona toda nuestra fortaleza, nuestra confianza y el ánimo; y lo único que queda es encerrarte en tu cuarto y derramar tu corazón delante de Dios.

Hay que ser honestos, no respondes de la misma manera frente a todas las pruebas.

“Cada prueba trabaja un área diferente en nuestra vida, un asunto del corazón diferente cada vez”

Así que es irreal pensar que solo tendré una prueba grande en la vida o que todas las pruebas de la vida las resolveré de la misma manera.

He notado que en algunas ocasiones Dios dice no hagas nada, confía en mí y yo lo haré y en otras ocasiones, su instrucción es: Pon los pies juntos, inclínate hacia adelante y entonces viene un puntapié de parte suya y la instrucción “muévete”.

Pero en este caso ¿Qué podía hacer Ezequías? Fue el profeta el que se la sentenció. Así que oró poniéndose a cuentas con Dios. Y la respuesta de Dios no se hizo esperar.

“No había salido Isaías del patio central, cuando le llegó la palabra del Señor: «Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: "He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte, y en tres días podrás subir al templo del Señor. Voy a darte quince años más de vida. Y a ti y a esta ciudad los libraré de caer en manos del rey de Asiria. Yo defenderé esta ciudad por mi causa y por consideración a David mi siervo."» Entonces Isaías dijo: «Preparen una pasta de higos.» Así lo hicieron; luego se la aplicaron al rey en la llaga, y se recuperó.” 2º Reyes 20:4-7

Sea cual haya sido el tipo de yaga o enfermedad de Ezequías, Dios le sanó y para mostrar que la promesa de su recuperación era verdad hizo que la sombra del sol retrocediera 10 grados(as). Esto es un milagro increíble que no tenemos tiempo de discutir, pero que implica un cambio en la rotación del planeta entero por amor a un hombre.


III. Tercera Historia.

Ahora bien, la siguiente historia al leerla tal vez no encontrarías nada de malo en ella, pero leyéndola con cuidado puedes descubrir lo grave de la situación.

Enviados del rey de Babilonia llegan a visitar a Ezequías porque se supo que estaba convaleciente y el rey les recibe y mira lo que dice la escritura.

Isaías 39:1, 2 “En aquel tiempo Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, le envió cartas y un regalo a Ezequías, porque supo que había estado enfermo y que se había recuperado. Ezequías se alegró al recibir esto, y les mostró a los mensajeros todos sus tesoros: la plata, el oro, las especias, el aceite fino, todo su arsenal y todo lo que había en ellos. No hubo nada en su palacio ni en todo su reino que Ezequías no les mostrara”.

¿Qué hay de malo en ello? Se mostró hospitalario ¿no?

El problema es que Jerusalén es la única capital del único reino que permanecía en pie y sus tesoros son los únicos que no han sido saqueados. Y el rey en pocas palabras les dijo por donde entrar, las armas con las que se iban a enfrentar y que es lo que se iban a robar.

¿En que estaba pensando Ezequías?

En esta historia el rey si sacó un 5 de calificación, la regó de principio a fin.

En primera no porque el enemigo traiga regalos debes confiar en él. Hay regalos que el diablo hace y algunos hasta le dan las gracias.

En segundo lugar ¿Por qué enseñarles todo? Babilonia acaba de sublevarse también contra los asirios y en lugar de cuidarse de ellos les abre los brazos y les da la bienvenida.

Pero su peor error fue que ante la reprimenda del profeta decide no hacer nada.

Vrs. 6 "Sin duda vendrán días en que todo lo que hay en tu palacio, y todo lo que tus antepasados atesoraron hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada —dice el Señor—. Y algunos de tus hijos y de tus descendientes serán llevados para servir como eunucos en el palacio del rey de Babilonia."
—El mensaje del Señor que tú me has traído es bueno —respondió Ezequías. Y es que pensaba: «Al menos mientras yo viva, habrá paz y seguridad.»

Yo busque una oración, arrepentimiento, una muestra de que Ezequías haría algo al respecto, pero nada, se conformó. No puedo decirte lo que hubiera pasado si el rey hubiera intercedido nuevamente pidiéndole a Dios que no vinieran estas cosas sobre su descendencia. Nunca lo sabremos, Ezequías solo se remitió a encogerse de hombros y decir “ni modo”.


Conclusión.

Estas tres historias reflejan tres áreas de la vida donde normalmente estamos tomando decisiones, el trabajo, la salud y la familia. No están en orden de importancia, pero si son las más importantes de la vida después de nuestra relación con Dios.

¿Qué tipo de decisiones estás tomando tú respecto a estas áreas? ¿Cuál es tu actitud frente a lo que ocurre en estas tres áreas de tu vida? ¿Qué tanto está involucrado Dios en estas tres áreas de tu vida?

El rey Ezequías en dos de estas tres ocasiones (pruebas) corrió a Dios en oración y obtuvo una respuesta del cielo, pero definitivamente a cada una de estas tres áreas de nuestra vida necesitamos llevarlas a Dios en oración. Necesitamos su perspectiva, su intervención y su voluntad en ellas.