El hijo de Isaías se llamaba Sear Yasub (Isaías 7:3), cuyo
nombre significaba 'un remanente volverá'. Este nombre significa gracia, es el
nombre de una promesa de esperanza, este hijo de Isaías lleva promesa y
esperanza en su nombre.
Al llevarle Isaías de la mano para ir a ver al rey y darle
palabra de Dios, me hace pensar que cuando nosotros hablamos a otros de
esperanza, de confianza y damos un mensaje de Dios a oídos de otros. Debemos llevar
en nuestra mano nuestras propias promesas, lo que Dios nos ha dicho a nosotros.
¿Cómo puedo hablar de esperanza y confianza si yo mismo no estoy confiando en
Dios?
Como cristianos somos portadores de un mensaje gloriosos,
pero lo que nos hace aptos para dar este mensaje a otros es que yo sea el
primero en sostenerme firmemente de esa palabra.
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