Estamos hablando de guías para que el líder o pastor pueda ayudar al creyente a formar criterio y tomar decisiones responsables. Hablamos de la primer guía, la conciencia. Quizás la conciencia no le acusa a esa persona en cuanto a una decisión que está a punto de hacer. Quizás siente libertad al respecto y ninguna condenación por lo que hace, al tratarse de esas áreas grises en la escritura. Pero entonces necesitamos recordar lo que dice Romanos: “Acepten a los creyentes que son débiles en la fe y no discutan acerca de lo que ellos consideran bueno o malo. Por ejemplo, un creyente piensa que está bien comer de todo; pero otro creyente, con una conciencia sensible, come solo verduras. Los que se sienten libres para comer de todo no deben menospreciar a los que no sienten la misma libertad; y los que no comen determinados alimentos no deben juzgar a los que sí los comen, porque a esos hermanos Dios los ha aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar a los sirvientes de otro? Su amo dir...