Algunas de las razones para no cambiar es el temor a lo desconocido, pero también es la falta de una capacidad para poder imaginar o visualizarte cómodo y feliz en la nueva realidad. El matrimonio es uno de los más grandes cambios que uno experimenta en la vida, pero el soñar en lo que será y la ilusión de lo que vendrá ayudan a visualizarlo y aún a desearlo. Tu puedes adaptarte al cambio si miras con entusiasmo y ánimo a lo nuevo que vendrá, pero si lo imaginas como algo negativo, difícil e incierto, el cambio será mas trabajoso para ti. Por otro lado, todo cambio demanda un costo. El precio que se paga al cambio se puede traducir como “sacrificio”. No hablo de presentar un holocausto o sacrificar una gallina. Hablo de renunciar a cosas y soltar una cosa para poder abrazar algo nuevo. Es difícil renunciar a ciertas cosas, porque estamos cómodos con ellas, acostumbrados, encariñados, tanto que dejar ciertas cosas atrás es como atravesar por un duelo. Nos...