“Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas” Hechos 18:1-3
“Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila…” Hechos 18:18
“Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios” Hechos 18:24-26
Cuando pienso en matrimonios ejemplares no puedo dejar de pensar en Priscila y Aquila. Son pocas las parejas mencionadas en la Biblia, en la mayoría de los casos se menciona el nombre del varón, pero no el de la mujer. Por lo tanto este debe ser un caso extraordinario, ya que el apóstol Pablo les menciona a ambos por nombre.
Y lo que puedo observar en este pasaje son algunas premisas básicas para todo matrimonio.
1. Lealtad. Este matrimonio ha permanecido junto, Aquila era natura del Ponto, después se menciona que estaban en Roma, luego en Corinto y después Pablo se los lleva a Siria y en todo este trajinar, este matrimonio ha permanecido unido. Hoy en día es demasiado común la idea de dejar a la esposa en una ciudad, mientras el marido va a trabajar a otra ciudad. Aún escucho de mujeres y hombres que se niegan a seguir a su conyugue porque prefieren a sus padres antes que a su pareja. Pero Aquila y Priscila han seguido el principio divino “…dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne”. Y en esta lealtad no se han dejado, han continuado unidos a pesar de los cambios y circunstancias que ocurren a su alrededor. Esta es una premisa que determina a un matrimonio exitoso por encima de uno que fracasa. Los matrimonios que triunfan, son los que permanecen unidos.
2. Protección. Aquí hay otro principio de singular valor, donde la responsabilidad recae un poco más en el varón que en la mujer, la protección y la seguridad del hogar. Aquila, comprendiendo el peligro que corrían en Roma, toma a su esposa Priscila y se la lleva a Corinto, porque el emperador Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma, tal vez a manera de persecución hay una amenaza sobre ellos y juntos toman la decisión de ver por su propia seguridad. No considero que esta sea cobardía de Aquila, por el contrario, es un acto de cuidado hacia su esposa que seguramente Priscila supo apreciar. En estos tiempos de violencia e inseguridad, nosotros los varones del hogar debemos velar por la seguridad de la familia. En un matrimonio saludable, no puede faltar este elemento.
3. Provisión. Aquila y Pablo eran del mismo oficio, hacían tiendas y la escritura dice que trabajaban juntos. Aquila cumple con su responsabilidad de proveedor del hogar y trabaja para llevar el pan a su hogar. No se lamenta de la situación dejándose derrotar por tener que abandonar su hogar; por el contrario, pone manos a la obra para sacar a su familia adelante. Ahora tiene un socio y juntos emprenden un negocio. Los matrimonios que tienen éxito conocen el valor del trabajo duro, en ocasiones los dos tendrán que trabajar fuera del hogar, pero también habrá trabajo que hacer dentro del hogar. Ambos necesitan arremangarse las mangas, los dos lavarán platos, asearán a los hijos, lavarán la ropa, este compartir las cargas en pareja también asegura la salud del matrimonio.
4. Bendición. Por último pero no menos importante quiero mencionar la presencia de Dios en la vida del matrimonio de Aquila y Priscila. En la persona del apóstol Pablo había seguramente un buen consejero matrimonial. Los principios que encontramos en la epístola a los efesios sobre el trato entre marido y mujer, seguramente Pablo los enseñó a Aquila en sus horarios laborales. De tal manera que el consejo de Dios estuvo ahí para bendecir a este matrimonio. Aún podemos observar que esta pareja lleva a cabo la labor del ministerio como un equipo; toman a Apolos y juntos le instruyen en el camino de Dios, llegando a ser colaboradores de Pablo y líderes que crecieron en Dios y fueron de bendición a otros. Este es el principio más importante de todos, un matrimonio será exitoso, cuando Dios ocupe el primer lugar en su relación.
Meditado en este pasaje, observo con claridad estas cuatro premisas, que considero primordiales en el matrimonio; no son las únicas cosas que necesita un matrimonio para alcanzar el éxito, pero son algunas de las cosas básicas que pueden dar muy buenos fundamentos para dos personas que desean consagrarse a Dios y el uno para con el otro.
“Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila…” Hechos 18:18
“Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios” Hechos 18:24-26
Cuando pienso en matrimonios ejemplares no puedo dejar de pensar en Priscila y Aquila. Son pocas las parejas mencionadas en la Biblia, en la mayoría de los casos se menciona el nombre del varón, pero no el de la mujer. Por lo tanto este debe ser un caso extraordinario, ya que el apóstol Pablo les menciona a ambos por nombre.
Y lo que puedo observar en este pasaje son algunas premisas básicas para todo matrimonio.
1. Lealtad. Este matrimonio ha permanecido junto, Aquila era natura del Ponto, después se menciona que estaban en Roma, luego en Corinto y después Pablo se los lleva a Siria y en todo este trajinar, este matrimonio ha permanecido unido. Hoy en día es demasiado común la idea de dejar a la esposa en una ciudad, mientras el marido va a trabajar a otra ciudad. Aún escucho de mujeres y hombres que se niegan a seguir a su conyugue porque prefieren a sus padres antes que a su pareja. Pero Aquila y Priscila han seguido el principio divino “…dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne”. Y en esta lealtad no se han dejado, han continuado unidos a pesar de los cambios y circunstancias que ocurren a su alrededor. Esta es una premisa que determina a un matrimonio exitoso por encima de uno que fracasa. Los matrimonios que triunfan, son los que permanecen unidos.
2. Protección. Aquí hay otro principio de singular valor, donde la responsabilidad recae un poco más en el varón que en la mujer, la protección y la seguridad del hogar. Aquila, comprendiendo el peligro que corrían en Roma, toma a su esposa Priscila y se la lleva a Corinto, porque el emperador Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma, tal vez a manera de persecución hay una amenaza sobre ellos y juntos toman la decisión de ver por su propia seguridad. No considero que esta sea cobardía de Aquila, por el contrario, es un acto de cuidado hacia su esposa que seguramente Priscila supo apreciar. En estos tiempos de violencia e inseguridad, nosotros los varones del hogar debemos velar por la seguridad de la familia. En un matrimonio saludable, no puede faltar este elemento.
3. Provisión. Aquila y Pablo eran del mismo oficio, hacían tiendas y la escritura dice que trabajaban juntos. Aquila cumple con su responsabilidad de proveedor del hogar y trabaja para llevar el pan a su hogar. No se lamenta de la situación dejándose derrotar por tener que abandonar su hogar; por el contrario, pone manos a la obra para sacar a su familia adelante. Ahora tiene un socio y juntos emprenden un negocio. Los matrimonios que tienen éxito conocen el valor del trabajo duro, en ocasiones los dos tendrán que trabajar fuera del hogar, pero también habrá trabajo que hacer dentro del hogar. Ambos necesitan arremangarse las mangas, los dos lavarán platos, asearán a los hijos, lavarán la ropa, este compartir las cargas en pareja también asegura la salud del matrimonio.
4. Bendición. Por último pero no menos importante quiero mencionar la presencia de Dios en la vida del matrimonio de Aquila y Priscila. En la persona del apóstol Pablo había seguramente un buen consejero matrimonial. Los principios que encontramos en la epístola a los efesios sobre el trato entre marido y mujer, seguramente Pablo los enseñó a Aquila en sus horarios laborales. De tal manera que el consejo de Dios estuvo ahí para bendecir a este matrimonio. Aún podemos observar que esta pareja lleva a cabo la labor del ministerio como un equipo; toman a Apolos y juntos le instruyen en el camino de Dios, llegando a ser colaboradores de Pablo y líderes que crecieron en Dios y fueron de bendición a otros. Este es el principio más importante de todos, un matrimonio será exitoso, cuando Dios ocupe el primer lugar en su relación.
Meditado en este pasaje, observo con claridad estas cuatro premisas, que considero primordiales en el matrimonio; no son las únicas cosas que necesita un matrimonio para alcanzar el éxito, pero son algunas de las cosas básicas que pueden dar muy buenos fundamentos para dos personas que desean consagrarse a Dios y el uno para con el otro.
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