El quebrantamiento de Uza

El quebranto de Uza.

Probablemente hemos escuchado muchas veces de la muerte de Uza, que al estirar su mano, Dios le quebrantó.

Entonces se encendió el enojo del SEÑOR contra Uza, y Dios lo hirió de muerte debido a lo que hizo. Así fue como Uza murió allí mismo junto al arca de Dios. (2 Samuel 6:7 NTV)

Lo que me sorprendió hoy, que me pareció que no había visto antes, es que Uza era hijo de Aminadab. Fue su propio padre que le encomendó el transporte del arca, que por mandato de David debía ser transportada a Jerusalén. 

Así que pusieron el arca de Dios en una carreta nueva y la retiraron de la casa de Abinadab, que estaba en una colina. Al salir de la casa, Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta (2 Samuel 6:3 NTV)

Me deja frío el pensar que el mismo hombre que habito con el arca por 20 años, ahora por el solo hecho de tocarla recibe un castigo tan fulminante. 

Pero tal vez en ese prolongado tiempo de la estadía del arca en casa de Abinadab, podríamos encontrar la respuesta al quebrantamiento de Uza.

Entonces los hombres de Quiriat-jearim fueron por el arca del SEÑOR. La llevaron a la casa de Abinadab que estaba en las laderas y comisionaron a su hijo Eleazar para que se encargara de ella.  El arca permaneció en Quiriat-jearim mucho tiempo: veinte años en total. Durante ese tiempo todos los israelitas se lamentaron porque parecía que el SEÑOR los había abandonado. (1 Samuel 7:1, 2 NTV)

20 años de tener el arca de pacto bajo su techo, es mucho tiempo, ¿Seria que Uza se familiarizó demasiado con ese objeto?

¿Fue su costumbre a manipular el arca en su casa, lo que le llevo a extender su mano y tratar de detenerla cuando esta se caía? 

¿Quien es el verdadero culpable de la muerte de Uza? ¿David, Uza, Abinadab? Creo que estas son preguntas que vienen a la mesa cuando leemos este pasaje.

Pero lo que realmente me dejó pensando hoy son estas cosas.

1. Su propio padre es el que le encarga llevar el arca y después le tuvo que enterrar. ¿Se imaginan lo que pasó por su mente?

2. Demasiada familiaridad con este objeto, le llevo a la muerte; porque el arca (que no debió tomarlo como su amuleto personal), era el objeto físico que representaba el asiento de la gloria de Dios en la tierra.

3. La lección que aprenderían todos ese día, sin duda alguna es recordatorio de lo que significa "temor de Dios".