Hay dos
maneras como Dios le infunde fuerza o fortaleza a Daniel según este pasaje.
Pero en
primer lugar hay que destacar que cuando Dios se presenta delante de Daniel,
Daniel pierde su fortaleza (fuerza) según el vrs. 16-17.
¿Porqué?
Porqué la carne débil del hombre no puede estar delante de la majestad de Dios,
su santidad y su poder.
Esto lo
hemos visto también en otras ocasiones en la Biblia, como con Isaías, con el
apóstol Juan, con Saulo de Tarso, etc. Cuando el hombre está frente a frente
con Dios, el ser humano desfallece.
Es allí,
cuando reconocemos nuestra debilidad, donde nos hacemos recipientes preparados
para la obra de Dios en nuestra vida. No se puede llenar un vaso lleno, primero
necesita ser vaciado.
Si dejamos a
un lado lo que consideramos nuestra fuerza y acudimos a Dios para buscar su
fuerza, entonces Él nos la dará.
Según el
pasaje, hay un par de maneras como Dios fortalece a Daniel, por medio de sus
palabras y por medio de su toque.
Oh! cuanto
necesitamos oír a Dios, cuanto necesitamos sentir a Dios!
En el tiempo
del ayuno, necesitamos escuchar sus palabras y sentir su presencia.
¿Quieres
escuchar a Dios? ¿Quieres sentirlo? deja a un lado tu fuerza.
Y has esta
oración conmigo: "Dios, tócame; Señor, háblame".
Pastor Julio, muchas gracias por esta reflexión; muy útil para mí y me ayuda a ayudar a otros. Que Dios lo siga bendiciendo.
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