El Ayuno
Es uno de los tres ejercicios espirituales que observamos en el sermón del monte (Mateo 5, 6 y 7). El ayuno conlleva el enfoque de experimentar más de Dios y de su amor, llegar a conocerle más, y alinearme con sus propósitos para mi vida.
I. Consejos Prácticos para obtener los mayores beneficios del Ayuno
Beneficios Espirituales.
- El ayuno me ayuda a poner a Dios en primer lugar en mi vida (Marcos 12:13; Juan 4)
Es una gracia para roper con la dependencia de cosas secundarias y estimulantes.
- El ayuno aumenta mi capacidad de Dios (Efesios 3:16-19)
El poder, el amor y la revelación de Dios me transforman, ayunar es dar oportunidad a que esto suceda.
- El ayuno me conecta con Dios y sus realidades (Mateo 6:8)
Ayunamos con el propósito de interactuar con el mismo Dios.
- El ayuno me provoca más hambre de Dios (Salmos 27:4; 63:1-3; Juan 6:32-35)
El hambre física me sensibiliza a lo espiritual, abro una puerta a recompensas superiores en Dios.
Beneficios Naturales
- Desintoxicación del cuerpo.
- Provee descanso y facilita la sanidad en algunas enfermedades.
- Se promueve una vida mas larga y sana.
- Se limpian hígado, riñones, intestinos, sangre, etc.
- Se pierde peso y la retención de agua en exceso.
- Algunos nutriólogos recomiendan el ayuno por lo menos tres días al mes o tomar un ayuno de 10 días dos veces por año.
II. Medidas de Precaución para el Ayuno.
- En ayunos prolongados, no ayune solo con agua, es recomendable acompañarlos con jugos naturales de frutas o verduras frescas, que tienen vitaminas minerales y enzimas.
- No es recomendable que una mujer embarazada o en lactancia ayune.
- Tampoco las personas que tienen hipoglucemia, diabetes u otra enfermedad crónica, si lo hacen, debe ser bajo supervisión medica.
- Se debe consumir fibra antes y después del ayuno, pero nunca durante el ayuno.
- No se fatigue ni se ejercite demasiado cuando ayune, procure descansar, baje el ritmo.
- Después del ayuno procure los alimentos ligeros como jugos y frutas, en pocas cantidades por lo menos durante dos o tres días.
- Para terminar el ayuno NO CONSUMA ALIMENTOS GRASOSOS, NI MUY CONDIMENTADOS, NO CONSUMA CARNES, NI LECHE, NI HUEVOS. COMIENCE POCO A POCO CON FRUTA Y VERDURA EN PEQUEÑAS CANTIDADES.
III. Tipos de ayuno
1. Ayuno Total: consiste en no comer ni beber nada absolutamente, algunas personas lo han llamado sobrenatural, debido a que nuestro organismo puede resistir periodos más o menos largos sin alimentos pero no sin agua. Moisés practicó este ayuno: Éxodo 34:28: “Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos”.
Ejemplos de este tipo de Ayuno: Esdras 10:6, Ester 4:16, Deuteronomio 9:9, Hechos 9:9.
2. Ayuno Natural. Este ayuno lleva abstención de comida pero no de agua. Este ayuno por uno o dos días no tiene ningún inconveniente, pero si se quiere hacer por más días, debe tomarse ciertas precauciones para no dañar el cuerpo.
3. Ayuno Parcial. Consiste en restringir la ingestión de alimentos y tiene algunas variantes como: alimentarse sólo con una clase de comida. Algunos lo llaman el “Ayuno de Daniel”, en el cual se come solamente vegetales o frutas en forma de jugos o ensaladas. El ayuno parcial es de gran valor, especialmente cuando las circunstancias hacen que resulte imposible o inconveniente realizar un ayuno natural.
Aquellos que nunca han ayunado pueden considerar este último para empezar a entrenar su organismo, sin embargo se debe ser disciplinado y no comer en exceso. Aunque solo sean verduras; no se trata de comer mucho sino solo lo suficiente. Recuerde que al abstenerse de alimentos, buscamos hacer la voluntad de Dios y no la nuestra; porque “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Mateo 4: 4
Lo más importante al ayunar es tener una actitud humilde y sincera con Dios y acompañar su ayuno con tiempos de oración, alabanza y lectura de la Biblia.
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