Leyendo apocalipsis capítulos 1-3, he llegado a observar que la iglesia de aquel entonces al igual que la iglesia de nuestros días enfrente tres graves problemas. Persecución, Profetas falsos y Pecado.
La PERSECUCIÓN no es en toda la iglesia, pero cuando una parte del cuerpo se duele, todo el cuerpo padece juntamente, necesitamos hacer frente en oración por amor a nuestros hermanos que padecen persecución.
Los PROFETAS FALSOS abundan en nuestro entorno, se levantan con nuevas doctrinas, tuercen las escrituras y solo se promueven a sí mismos arguyendo nuevas revelaciones, dones y liderazgo, pero hacen más daño a la iglesia que bien, confundiendo a los creyentes con mentiras disfrazadas de verdades.
El PECADO también es una arma del enemigo para quitar autoridad a la iglesia, mantenerla a raya y hacerle sentir derrotada. Sus trampas son astutas, y en una sociedad que solo busca la autosatisfacción, podemos ser presa fácil de un cazador que tiene siempre una carnada atractiva.
La solución es el PODER del Espíritu Santo obrando en nosotros, porque la única ayuda que la iglesia tiene frente a la PERSECUCIÓN es el poder que el Espíritu Santo le da para ser testigos (mártires) fieles, la ayuda que tiene la iglesia frente a los PROFETAS FALSOS, es el discernimiento del Espíritu Santo, que le previene de la falsa enseñanza y el espíritu de engaño que acompaña a estos falsos ministerios y la mejor arma que tiene la iglesia contra el PECADO en la presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente, librándole, redarguyéndole, mostrándole un camino más alto por el cual caminar con Cristo.
Hermanos, hoy más que nunca necesitamos caminar bajo la unción y la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida para hacer frente a estas tres amenazas de nuestros días, las estrategias de Satanás no han cambiado, siguen siendo las mismas, por eso se nos advierte que debemos estar al tanto de sus maquinaciones.
No hay que caer en el engaño de algunos que dicen que el Diablo ya no existe y que el infierno es solo una ilusión, el llamado al arrepentimiento y a perseverar hasta vencer tiene una razón de ser. Al igual que la promesa que se les hace a todos los que lleguen a la meta.
Muy buena enseñanza pastor. Dios lo bendiga XD
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