¿Y si no quiere venir?

¿Y SI NO QUIERE VENIR?
Meditación 24/01/12

 — ¿Qué pasa si la mujer no está dispuesta a venir conmigo a esta tierra? —Respondió el criado—. ¿Debo entonces llevar a su hijo hasta la tierra de donde usted vino? (Genesis 24:5 NVI)

El cuadro del padre enviando a su siervo para conseguirle una esposa a su hijo, puede ser un reflejo de una realidad más alta.

Porque nuestro Padre Celestial, también está consiguiendo una esposa para su Hijo, su unigénito, Jesucristo.

El siervo de Abraham bien podría ser un tipo o sombra de la obra del Espíritu Santo. Viniendo a una tierra extraña para tomar de aquí una esposa para el Hijo.

Lo que ha llamado más mi atención, son las palabras del siervo de Abraham. ¿Qué pasa si no quiere venir? ¿Qué pasa si no está dispuesta a renunciar a su tierra y su parentela para ir en pos de su esposo? (versículo 5).

Abraham, el padre, sabe lo que es dejar todo atrás, no puede pedir para su hijo nada menos que eso. Isaac, que podría representar a Jesucristo, el hijo de la promesa, el amado de su padre, anhela una esposa.

Jesucristo estuvo dispuesto a darlo todo, a renunciar absolutamente a todo, con tal de ganar a su esposa.

La esposa por lo tanto, no puede reflejar una determinación menor a eso.

Por eso la vida del creyente está caracterizada por la renuncia, el despojarse de otras cosas de menos importancia, con tal de obtener algo mucho mayor.

Dios, ayúdanos a responder a la invitación del Espíritu Santo, a dejarlo todo para encontrarnos con Jesús.